¿Por qué resulta difícil ver una situación desde una perspectiva diferente? La respuesta es sencilla. Cuando percibimos una situación, es decir, la interpretamos de manera particular, siempre va acompañada de reacciones emocionales y son ellas las que determinan nuestro comportamiento. Esto ocurre porque lo que percibimos queda registrado como experiencias personales, guardadas y etiquetadas.
La respuesta emocional tiene una doble función. Por una parte, nos aporta un determinado equilibrio, por la otra, puede hacer que veamos la realidad de forma inadecuada y no nos permite ver otra perspectiva desde la que se puede solucionar dicha situación. Por tanto, la propuesta es que deberíamos empezar a desarrollar una relación más consciente con nuestras emociones. Deberíamos tratar de conocerlas cada día más y entender qué nos están indicando, qué nos quieren decir. Como dice Sócrates, ‘conócete a ti mismo’.
Además nuestras percepciones están afectadas por los paradigmas que los humanos han construido en la cultura en la que nacemos, es lo que se llama los prejuicios. Tenemos una tendencia biológica a ver las cosas siempre de la misma manera. El estar apegados a estos prejuicios, por una parte nos permite comunicarnos con más facilidad con los otros, porque compartimos un mismo significado, un mismo sentido, es decir compartimos miradas similares del mundo; por otra parte, no nos permite ver la realidad de forma distinta.
Creamos nuestras propias experiencias y nuestras formas de sentir y el desafío creativo consiste en dar un primer paso entendiendo que una situación se puede afrontar de una forma distinta, puedes volver a ‘etiquetar’ la emoción, reformularla, lo que implica cambiar la interpretación de lo que esta pasando.