Enfatizar la frase «muerte a los prejuicios, larga vida a la creatividad» nos hace establecer brevemente características esenciales de nuestra especie para ponerla en relación con aceptar que un acto creativo debe de superar las creencias establecidas de nuestra sociedad.
“ Todo acto creativo implica una nueva inocencia de percepción, liberada de las cataratas de las creencias aceptadas”, Arthur Koestler.
Nuestra especie tiene una forma de relación con el medio y con el resto de los miembros de su especie un tanto característica: el hombre recibe una inundación de estímulos que es canalizado por la red de sus propias creencias culturales. Puesto que la naturaleza no nos ofrece puntos de referencia a partir de los cuales el mundo adquiera un sentido para el hombre, él mismo tiene que establecerlos: tiene que construir un mundo dotado de sentido, es decir, un mundo que le ofrezca posibilidades a la acción del hombre. De esta breve explicación de la forma de ser de nuestra especie se concluyen tres aspectos importante: por una parte, es la sociedad, dado que el hombre no vive solo, la que construye el mundo humano estableciendo un conjunto de creencias que dan sentido a nuestra percepción del mundo. Por otra parte, nuestra participación en esa sociedad nos permite aprender a dar sentido a través de la adquisición de un determinado lenguaje. Por último, el dar sentido al mundo y a las cosas que nos rodean no tiene por qué ser siempre objetivamente verdadero. El artículo demasiadas gomas de borrar para un solo lápiz es una llamada a la reflexión en cuanto que las normas sociales establecidas no nos permite ser consciente de nuestras posibilidades, podemos escribir nuestra propia historia.
El hombre también se caracteriza por otro factor, la capacidad de plantear problemas: analiza las cosas y la situaciones ante las que se encuentra, estableciendo relaciones entre ellas para explicarlas. Esta capacidad es a la que le llamamos pensamiento. La única forma que tiene el hombre de salir de sus pensamiento es través del lenguaje.
Una vez más, el lenguaje se convierte en el elemento más importante de la comunicación y, en este momento, nos interesa sobre todo destacar su función semántica por el hecho de que al poner nombre a las cosas le estamos dando su significado. Los antropólogos establecen que es nuestro lenguaje el que nos distancia del resto de los seres vivos de la naturaleza y, en el proceso evolutivo, la aparición del lenguaje supuso un salto cualitativo respecto a nuestros antepasados más próximos, dado que la cultura humana es sustancialmente lingüística.
Muchas son las definiciones que se han dado sobre el hombre, pero siguiendo este rasgo tan esencial, en mi opinión, la más acertada es definir al hombre como “ animal simbólico”. Simbólico no sólo porque se comunica a través del lenguaje, sino además, porque todas sus manifestaciones culturales son simbólicas, en cuanto que todo tiene un soporte material y un significado. El punto de partida está en darse cuenta de que usar un lenguaje determinado significa optar por una ordenación de la realidad entre otras posibles, además de ser elemento más importante de comunicación con los demás.
Hoy en día muchos investigadores de distintos campos trabajan sobre la creatividad, una capacidad que hasta el siglo XX no se le supo dar la importancia que tiene en el hacer cultural de nuestra especie. Hay muchos estudiosos que por su complejidad prefieren no abordar el tema pero, para otros, entre los que me encuentro, el profundizar en el conocimiento de esta actividad no sólo me supone un gran reto, sino que además creo que la solución a los nuevos retos que la sociedad actual nos plantean suponen la necesidad de tener cada vez más creativos para que nuestra especie sobreviva en un medio que hoy se le presenta, hostil.
Los estudiosos e investigadores de este tema ya plantean la primera dificultad, la de una definición. Howard Gardner respecto a la definición de individuo creativo afirma: “el individuo creativo es una persona que resuelve problemas con regularidad, elabora productos o define cuestiones nuevas en un campo de un modo que al principio es considerado nuevo, pero que al final llega a ser aceptado por un contexto social concreto”.
Establecidos brevemente aspectos esenciales de nuestra especie, en relación a nuestra posibilidad de realizar actos creativos, nuestra percepción del mundo debe de superar las creencias establecidas y, de esta manera surge la inocencia de la percepción a la vez que la posibilidad de ser creativos en cuanto que estamos preparados para percibir otras posibilidades.
2 Comentarios