Aquellas personas que dicen sí a la creatividad sienten algún tipo de conexión con algo, de este primer paso surge el empeño, pero si disfruta persevera, no tiene miedo a las críticas, a los errores y por tanto es valiente.
Howard Gardner, psicólogo, investigador y profesor de la Universidad de Harvard, afirma: «lo más importante, al principio, es que un individuo sienta algún tipo de conexión emocional con algo».
Un individuo siente algún tipo de conexión con algo. De aquí surge el empeño.
Con estas palabras explica los inicios de la creatividad, porque el primer momento se produce con la afinidad de algo, es decir, cuando un individuo se identifica con «algo», surge un impulso que le empuja a dar una serie de pasos para conocerlo.
De este primer paso surge el empeño. Si disfrutas con lo que haces y perseveras en los momentos frustrantes no te rendirás fácilmente y, también muy importante, ante las críticas negativas a tu idea innovadora seguirás hacia delante. Como dijo Thomas Edison «¡El genio es perseverancia!».
Uno de los prejuicios que nos impide ser más creativos es la importancia que damos al hecho de cometer errores, lo que nos lleva a preguntarnos ¿Por qué unas personas triunfan y otras fracasan?. El hombre se equivoca. El hombre creativo es valiente, no tiene miedo a equivocarse porque cuanto más se equivoca más aprende y más capacitado se hace para dar soluciones nuevas ante un problema.