La risa es un motor de la creatividad y pocos saben la importancia que el humor tiene en una mente creativa. Desmantelar a nuestro censor interior supone una buena dosis de humor. Nuestra sociedad empieza a ser consciente de la importancia de la risa en nuestra vida, distintas teorías la utilizan para fines diversos.

¿Te has parado alguna vez a sentir qué ha producido en ti un momento de risa?

Nuestra comodidad cotidiana nos hace decidir desde los mandatos sociales que nos dicen en todo momento qué debes o no debes hacer.

El precio es impedir la creatividad. En lo cotidiano, dedicamos muy poco tiempo a momentos creativos, a lo que ellos nos pueden aportar. Un aspecto poco conocido es la importancia que el humor tiene en una mente creativa. El humor, te ayuda a desmantelar el «complejo tinglado» que suponen los mandatos de nuestra sociedad. Desmantelar a nuestro censor interior supone unas buenas dosis de humor, una utilización de nuestra posibilidad de ser creativos. Alguien dijo: «El humor aceita las ruedas de la creatividad.

Nuestra sociedad actual es consciente de la importancia que tiene la risa en nuestra vida. Existen actividades que utilizan la risa con diversos fines como por ejemplo, las teorías médicas que le dan efectos beneficiosos para la salud. Otros investigadores informan de que, cuando varios equipos de personas trabajan juntos en un problema, los que más y mayor frecuencia se ríen son más creativos y productivos que los más serios y formales, por tanto esta puede ser una respuesta a ¿Por qué unos tienen éxito y otras fracasan?

Momentos divertidos permiten percibir con más claridad la variedad de posibilidades de solución de un problema. Tu mente fluye y aparecen ideas nuevas. Por ello, algunos métodos para desarrollar la creatividad y aplicado al mundo empresarial, proponen que en las sesiones para crear ideas, la regla operativa es que todo vale y nadie puede desechar una idea por demasiado absurda. Todo el mundo puede generar la cantidad de ideas que se le ocurran por muy locas que parezcan. Porque al final una de esas ideas es la semilla capaz de crecer hasta convertirse en innovación.