El blog de creatividad de Marielo.
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ser un niño

Hay que ser un niño porque el hombre es un ser lúdico y para ello debe de practicar el arte del juego. El juego es propio de los niños, cuando nos hacemos adultos, el juego se relaciona con el hecho social. Jugar con «a minúscula» significa entrar en las reglas establecidas en el juego, con «A mayúscula» supone la utilización de la capacidad creativa y la utilización de la curiosidad.

Entre las muchas definiciones que encontramos sobre el hombre es :» el hombre es un  ser lúdico», concepto relacionado con su predisposición al juego.

A través de actividades lúdicas , el hombre traspasa los límites de lo biológico y crece a nivel personal e incluso lo aplicas a nivel social. Las actividades lúdicas permite que se potencie una capacidad del hombre que es la creatividad, pues el juego es creación, supone apartarte de la vida cotidiana y te traslada a otro espacio donde la libertad es una de las características más importantes.

Juega como si fueras un niño

El juego se relaciona con el mundo infantil. Llegado a la vida de adulto, el hombre «cargado» de seriedad, el juego se relaciona con el hecho social. «A mi entender, podemos hablar de dos modos de juegos: jugar con «a» minúscula, que significa entrar en  normas y reglas que se establecen para ese  jugo y, jugar con «A» mayúscula, que supone una utilización de la capacidad creativa, aparece en el adulto el » niño que llevamos dentro» y utilizamos  la curiosidad, capacidad básica para  crear un espacio creativo.

Me explicaré, cuando somos niños nos hacemos ciertas preguntas a modo de juego que nos sirven como inspiración. Por ejemplo, Picasso se convirtió en un niño cuando se preguntó ¿Qué podemos hacer si todos los objetos los fragmentamos en partes diferentes?. Los creativos sienten curiosidad en ese tipo de cosas que  intrigan los niños, e incluso me atrevería a decir que para llegar a una solución lo convierten en un juego. Esa sensación tan divertida que provoca el acto del juego te permite percibir una pluralidad de soluciones a la pregunta planteada. Por otra parte y, esto es muy importante, nos ayuda a romper con esos prejuicios que no nos permiten que fluya nuestra creatividad interior.

Dos propuestas te lanzo:

¡CREE EN EL NIÑO QUE LLEVAS DENTRO!

¡EJERCITA EL NIÑO QUE LLEVAS DENTRO!

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