La caída de las hojas, un fenómeno tan típico del otoño que inunda de naturaleza muerta las calles de nuestras ciudades, es uno de los momentos más fotogénicos y extrañamente mágicos que vivimos durante el año. La fragilidad de las hojas, inertes pero paradójicamente llenas de vida, ha llamado la atención de numerosos artistas a lo largo de la historia.
El otoño, con esa estupenda mezcla de colores que nos regala, da mucho juego. Susanna Bauer, la artista que hoy destacamos, utiliza las hojas secas de los árboles y las combina con un elemento que, a priori, nunca se nos habría ocurrido: ganchillo. La fragilidad de las hojas se potencia con la mezcla de las puntadas de ganchillo que, además, consigue un efecto muy llamativo y estético.
Susanna Bauer nació en 1969 en Alemania, donde aprendió a hacer ganchillo desde bien pequeña. Sin embargo, más que interesarse por hacer grandes piezas como manteles o sábanas comenzó a elaborar piezas muy pequeñas que ya dejaban vislumbrar el talento de la niña. Actualmente vive en Inglaterra, donde trabaja y hace numerosas exposiciones en las que generalmente combina ganchillo con elementos de la naturaleza.
Lo creativo de Bauer es poder fusionar dos conceptos que no tienen nada que ver: la naturaleza y la moda. Vestir a los objetos que nos rodean es algo muy innovador, y basta con echar una breve mirada a su trabajo para ser consciente de ello. Una mente creativa que ha sabido mirar más allá de lo establecido para establecer conexiones artísticas diferentes que consiguen transmitir mensajes como el cuidado de la naturaleza o la fragilidad de la misma. Realmente inspirador.
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